Qué mochila llevar en el Camino de Santiago
Por fin te has decidido a realizar el Camino de Santiago y te encuentras con la misión de preparar tu mochila. Para muchos será una tarea sin importancia, pero ojo, una buena gestión del equipaje puede condicionar y mejorar tu experiencia de manera drástica.
En este artículo te explicamos qué tipo de mochila llevar para tu viaje y cómo escogerla y prepararte. ¡Apunta!
Tipo de mochila:
Dado que vamos a llevarla con nosotros durante toda la experiencia, es importante escoger bien el tipo de mochila que llevaremos a cuestas.
Lo primero a tener en cuenta es su capacidad. Una mochila de entre 35 y 45 litros será la idónea para la caminata, variando si realizas el Camino en verano o invierno. Lo que se suele aconsejar es que la mochila no pese más de un 10% de tu peso corporal, por lo que con esa medida puedes hacerte una idea del tamaño y peso.
Las mochilas también tienen tallas igual que el resto de las prendas de ropa. Éstas toman de referencia la longitud de la espalda, que se mide desde la base del cuello hasta la cadera.
Además de esto, debemos buscar una mochila con varias características imprescindibles:
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Diferentes compartimentos y bolsillos: podrás organizar mejor la distribución del espacio.
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Altura regulable: debe ir ajustada a la espalda para caminar de manera más cómoda.
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Funda impermeable: el tiempo en Galicia es impredecible por lo que cubrir la mochila con una funda puede ser necesario en más de una ocasión.
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Correas ajustables a pecho y cintura: marcará completamente la diferencia y nos evitará molestias y lesiones.
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Hombros amortiguados: no lo parece, pero unas almohadillas para los hombros harán más llevadero el trayecto.
Lo ideal es que días antes de empezar tu aventura hagas pequeños paseos con la mochila y el peso aproximado que vayas a llevar, de esta manera podrás comprobar si el peso es adecuado o se hace demasiado además de entrenar tu resistencia.
¡Buen Camino!